Es difícil moverse en el universo personalísimo y cambiante de André Gide. Un libro como La Sinfonía Pastoral (1919), que ahora edita Menoscuarto, ofrece una mirada crítica sobre el ‘buenismo protestante’, pero otra obra anterior Los sótanos del Vaticano (1914) ponía en solfa la beatería católica. Ambas, y otras más, podrían verse como tanteos de una personal búsqueda de Dios, y de relación con lo trascendente, pero ese viaje condujo finalmente al agnosticismo.