Hay en estos versos de Carlos Pujol un acercamiento al Misterio, sincero, humilde (lo que se expresa a veces con cierta ironía), sereno, sin falsa retórica, que invita a la esperanza en nuestro mundo terrenal, siempre claroscuro y movedizo (“y entonces tu sonrisa acaba siendo // la dulce explicación de lo que somos”)