Para Ayuso, estos textos «son muestra de su interés por la literatura, de su lectura sensible y reflexiva de ciertos autores y épocas que le interesaban de verdad». «Sin ser estudioso profesional o erudito -hay que tener en cuenta que trabajaba en el Instituto Nacional de Topografía- su lectura atenta e intuitiva de ciertos poemas o autores le lleva a plantear nuevas posibilidades de interpretación de los mismos.