Fernández Molina

Es autor de una copiosa obra literaria y plástica que abarca desde la escritura de piezas teatrales ‘sumergidas’ —recogidas en Todos los días son espléndidos (1994)— y guiones —La Guerra de los Cien Años y otros guiones cinematográficos (1990)— al ensayo artístico y literario, la pintura, el dibujo y la ilustración de libros. Dos años después de fundar la revista poética Doña Endrina (1951-1955) publicó El cuello cercenado y Biografía de Roberto G., primeros libros de una larga y fecunda producción poética. Irrumpió como novelista con su memorable Solo de trompeta (1965), a la que siguieron media docena de novelas más de singular factura. Su pasión por el cultivo del relato breve data de sus primeros pasos como escritor. En 1969 apareció En Cejunta y Gamud en la editorial venezolana Monte Ávila. Después vendrían otros libros similares, aunque no menos ambiciosos, como Dentro de un embudo (1973), Arando la madera (1975), Pompón (1977), Automóviles (1990) y Perro mundo (1994).