Aldecoa

Estudia Filosofía y Letras en Madrid, donde se doctora en 1956. Durante esos años hace amistad con Rafael Sánchez Ferlosio, Jesús Fernández Santos, Alfonso Sastre, Carmen Martín Gaite, Medardo Fraile e Ignacio Aldecoa, con quien se casa en 1952. Desde 1969, año en que muere su marido, hasta 1981, permanece alejada de la literatura, aunque funda y dirige –en la estela pedagógica de la Institución Libre de Enseñanza– el prestigioso colegio Estilo en Madrid. En esa última fecha, prepara una antología de los cuentos de Ignacio Aldecoa. Reanuda entonces su actividad literaria y publica el libro infantil Cuento para Susana (1988); las novelas La enredadera (1984), El vergel (1988), Historia de una maestra (1990), Mujeres de negro (1994), La fuerza del destino (1997) y El enigma (2002); los libros de memorias Los niños de la guerra (1983) y En la distancia (2004); el volumen Confesiones de una abuela (1998); y los libros de relatos A ninguna parte (1962) y Fiebre (2000). Por toda esta trayectoria como escritora le ha sido otorgado el Premio Castilla y León de las Letras 2003.