Cuevas hace radiografía de su época, de su generación, y así el libro cuenta hasta con marbete social: “Una oportuna novela sobre la generación más desaprovechada de la historia de nuestro país”. Jóvenes vencidos, jóvenes exiliados, jóvenes hartos de promesas, jóvenes pobres y titulados, jóvenes cansados, niebla y hartazgo, ese terreno donde termina la imaginación y empieza la auténtica vida. La acción discurre en “Desgracia”, una ciudad que son todas las ciudades españolas, presididas por las liquidaciones, los ceses inminentes de negocios y los ceños adustos.