Gonzalo Calcedo nos adentra en la Avenida Lexington

El prisionero de la Avenida Lexington’ acepta el riesgo de pisar un espacio reconocido por todos, pero sin vocación turística. No es un recuento de lugares comunes, una guía de viajes encubierta, sino la expresión de un sentimiento vinculado a toda una tradición literaria.