Estilo vivo y flexible, capaz de moldearse tanto a narraciones llenas de oralidad y de modos del lenguaje hablado como a otras más propiamente librescas. No digo nada nuevo al recordar que Jiménez Lozano es uno de nuestros mejores escritores actuales y que ese dominio y maestría con el lenguaje le acabarán convirtiendo en uno de nuestros clásicos.