El ojo del pez nos mira de par en par. Entre el hielo que defiende su apariencia más fría los pescados reposan expectantes, no pierden ojo de nuestros movimientos.
El ojo del pez nos mira de par en par. Entre el hielo que defiende su apariencia más fría los pescados reposan expectantes, no pierden ojo de nuestros movimientos.