Un libro coherente, sin disonancias, sin fisuras de ningún tipo, fiel a su – tácita – poética, de la que, como he dicho antes, se puede estar más o menos de acuerdo, se puede ser más o menos partidario.
Un libro coherente, sin disonancias, sin fisuras de ningún tipo, fiel a su – tácita – poética, de la que, como he dicho antes, se puede estar más o menos de acuerdo, se puede ser más o menos partidario.