Pese a las complicaciones del coronavirus, Enrique Decarli logró hacer llegar su obra, Tokio, desde Almirante Brown a Santander, y se quedó con el certamen.
Los protagonistas van evolucionando con el paso del tiempo y los distintos escritores que retoman la saga les van dando forma. Como todas (o casi todas) las novelas policiales la intriga está servida y el libro se lee de un tirón.
Lectura absorbente, con todos los mimbres -intriga, sexo, sed de venganza, muerte…- para que nos de rabia dejar de leer, y, sobre todo, que se acabe la novela.
Dirigida por el profesor José María Martínez (Universidad de Texas-Pan American), esta colección está dedicada a publicar estudios de investigación de literatura española e hispanoamericana, con el fin de reflejar la riqueza de interpretaciones que pueden caber en...
Aristóteles apuntó que el alma de cada ser humano no es inmortal, sino corruptible e imperecedera. Al cabo, lo que sí sería inmortal es nuestro entendimiento, que alcanza a ser único para todos.