Escrita con sencillez y dejando que la prosa fluya, «Muertos a la carta» es una novela con un título magnífico y una historia que sabe hablar de la muerte con una mezcla entre la ternura y el humor negro que la hace amable a pesar de lo que narra y de las realidades...
Dosis de novela negra y suspense, con la que el autor además hace una notoria denuncia social a temas como los malos tratos, la corrupción en las altas esferas, o lo que se ha denominado las «cloacas del estado», con personajes que pertenecen más bien a épocas pasadas...
Esta es una de sus mejores novelas porque «la he escrito para mi placer y diversión, y me lo he pasado tan bien escribiéndola que me he olvidado del lector, cosa poco frecuente en mí».
